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Sinopsis de 84 CHARING CROSS ROAD

Una joya que evoca, con infinita delicadeza, el lugar que ocupan en nuestra vida los libros.. En octubre de 1949, Helene Hanff, una joven escritora desconocida, envía una carta desde Nueva York a Marks & Co., la librería situada en el 84 de Charing Cross Road, en Londres. Apasionada, maniática, extravagante y muchas veces sin un duro, la señorita Hanff le reclama al librero Frank Doel volúmenes poco menos que inencontrables que apaciguarán su insaciable sed de descubrimientos. Veinte años más tarde, continúan escribiéndose, y la familiaridad se ha convertido en una intimidad casi amorosa.

48 reseñas sobre el libro 84 CHARING CROSS ROAD

Como he disfrutado de esta pequeña joya, esas cartas entre Hanff y su librero de Londres son tan maravillosas, tan llenas de amistad, entendimiento, cariño. Una relación que duro 20 años y que enriqueció a ambas partes, he disfrutado mucho entrometiendome en la correspondencia de estas dos personas y de algunas otras que entran por ahí, haciéndome sentir incluso algo identificada con esa parte de llegar a querer mucho a personas que no conoces personalmente pero que se convierten en parte importante de tu vida. Por supuesto que el gusto literario de Hanff es absolutamente maravilloso y me encantaría poder ver con mis propios ojos esos volúmenes que fue recibiendo a lo largo de los años. Un libro precioso y muy recomendable


Genial libro epistolar entre una ávida lectora estadounidense y un empleado de la librería ubicada en 84, Charing Cross Road, Londres. La relación de cartas abarca un periodo de 20 años, la amistad crece, se crea una comunidad de escribientes, se menciona una buena cantidad de referencias bibliográficas de literatura inglesa, toda una joya, que llegó al teatro y al cine. En lo particular disfruto mucho de los libros epistolares y este tiene el “plus” de que el tema central son los libros y la literatura.


He leído este libro despacio para poder disfrutar más de su lectura. Trata sobre la relación entre una escritora de Estados Unidos y una librería de Londres especializada en libros difíciles de encontrar. En esta historia uno puede disfrutar de la evolución de la relación entre ambos al principio muy formal hasta el final en la que en dicha relación se puede ver que realmente se aprecian bastante. Me ha gustado especialmente como consigue expresar el cariño que se tienen a través de las distintas formas de ser y de expresarse de personas de distintos países la estadounidense más desenfadada y el londinense más formal. Un libro muy entrañable desde luego. Me hubiera gustado comprobar si esos libros realmente existen la verdad es que no tenía tiempo de buscarlos. Muchas gracias a Marengamino por la recomendación ha sido todo un acierto.


84, CHARING CROSS ROAD - Helene Hanff Breve texto para leer sus 187 páginas en un par de horas. A través de su correspondencia con un trabajador de una librería de viejo londinense, Hanff nos deja ver su amistad y los lazos que van creciendo con su compra de libros. Una amistad que no puede concretarse en una abrazo. Lectura ligera y sin más pretensiones que sin embargo no puedes parar hasta el final.


Un precioso libro sobre libros...


Hace unos años lo leí , y aparte que me encanta un libro que hable de libros, sólo decir que me sentía esa protagonista " siempre ansiosa de descubrír un nuevo autor ". Me encantó, a veces una pequeña obra, te deja un gusto muy especial, y es un placer volver a ella , para mí uno de mis favoritos.


Me enamoré de este libro desde la primera carta (incluso sin saber de que eran cartas reales). Me encantan los libros epistolares y este probablemente ahora será mi favorito. Creo que el hecho de que se trate de una escritora escribiendo cartas a una librería hace que cualquier amante de los libros y de la escritura se quede fascinado por el libro. Pero hay más ahí. Esa manera de hablar de ella tan sincera, tan cercana... es tremendo. Sí, creo que no sirve de nada intentar escribir una reseña sobre un libro así. Libro que no pude dejar de leer hasta que terminé. Libro que difícilmente podrías dejar para seguir leyendo otro día. POR FAVOR, ¡QUÉ TODOS LO LEAN SIN FALTA!


En una ocasión alguien --no recuerdo quien-- dijo o tal vez escribió --tampoco este dato lo tengo nada claro-- algo así como que un buen lector no puede ser una mala persona. En sí, la frase parece fuera de lugar. ¿Qué tendrá que ver una cosa con la otra? Sin embargo, si lo pensamos más fríamente, se convierte en una certeza. Sinceramente, opino que quien fuera la persona que dijo o escribió semejante frase dio en el clavo. Y un ejemplo de ello lo tenemos en este libro de Helene Hanff. Una novela epistolar que emociona a todo lector que realmente ame los libros y la literatura. A mí al menos me ha conmovido profundamente. Tanto que al terminarlo me he quedado sin saber exactamente cómo reaccionar. Maravillado y triste a la vez. Una historia de lo más sencilla, si está escrita con el corazón en la mano, puede tocar lo más profundo de nuestro ser. Y si está escrita con dos corazones --o incluso alguno más--, tal y como sucede en el caso de 84 Charing Cross Road, más todavía. Y es que, como también se suele decir, la realidad siempre supera a la ficción. Porque esta novela sucedió. Y es el fruto de veinte años de correspondencia entre dos personas que jamás se conocieron en persona pero que se amaron de una manera muy especial. No, no estoy hablando del amor conyugal o sexual, sino de otro amor que también puede conmover: el amor a los libros, a la literatura, a los buenos modales y a la buena educación. Helene Hanff fue una escritora estadounidense que trató de que sus obras teatrales fueran llevadas a la escena por algún productor. Algo que no consiguió hasta muy tardíamente. Mientras tanto, hubo de buscarse la vida escribiendo guiones para series televisivas de las distintas televisiones norteamericanas. También ensayos, cuentos y reseñas literarias para revistas. Finalmente, publicó la obra que nos ocupa, la que acabaría dándole gloria, no solo en el mundo literario sino también en el del cine, como veremos más tarde. Siempre autodidacta, trató de conseguir en el Nueva York de los años cincuenta y sesenta las obras más importantes de la literatura inglesa de todas las épocas. Harta de no encontrarlas en ninguna galería ni librería, acabó encontrando solución a su problema en el 84 de Charing Croos Road, en Londres. Allí estaba ubicada la librería Marks & Co., donde pudo satisfacer sus deseos en forma de magníficas encuadernaciones en piel y tela de sus obras preferidas. Frank Doel, el encargado de la librería londinense, irá atendiendo de la mejor manera posible sus demandas. Y entre libros, autores y temáticas, surgirá una relación muy especial entre ambos. Pero no solo entre ellos, sino también entre la escritora y el resto de trabajadores de la librería e incluso entre sus familiares. Los pedidos de Hanff son libros casi inencontrables. No obstante, Frank Doel consigue ir consiguiendo la mayoría de los ejemplares. Aunque la tarea le lleve hasta dos años. Catulo, Angler, Chaucer, Walton, Milton, Lamb, Hunt, Austen. Por las páginas de las cartas que componen la novela aparecen los grandes nombres de la literatura inglesa. Pero no solo eso. A lo largo de los veinte años de correspondencia, ambos interlocutores van contándose los aspectos más importantes de sus respectivas sociedades, por lo que la obra sirve también para radiografiar a ambas. La situación económica británica tras la II Guerra Mundial, con las consabidas restricciones alimentarias, provocará que Hanff, desde el otro lado del Atlántico, se compadezca de los empleados de la librería y comience a enviarles productos muy poco vistos allí en aquella época. Su solidaridad y su bondad provocará el estrechamiento en los lazos entre ella y todas las familias que algo tienen que ver con la librería. Con un sentido del humor sano y algo excéntrico en ocasiones y esos envíos de alimentos en plena época de carestía y racionamientos, Hanff irá ampliando la lista de sus amigos londinenses. Sin embargo, no encuentra la manera de visitarlos. Su mala situación económica se lo impide, Intenta ahorrar a lo largo de los años, pero cuando parece que va a poder cumplir el sueño compartido de reunirse con ellos siempre ocurre algo que la hace tirar mano de los ahorros e ir aplazando el caro viaje. Nos quedan, eso sí, las cartas que se fueron enviando a lo largo de esas dos décadas. Unas cartas llenas de amor, ternura, admiración mutua y pasión literaria y humana que conforman un tesoro para cualquier amante de la literatura. Sin duda, 84 Charing Cross Road es una de esas joyas que nos hablan de lo que para muchos de nosotros suponen los libros, las librerías y las bibliotecas. Aunque su publicación pasó casi inadvertida en un primer momento, a lo largo de las décadas siguientes se ha ido confirmando como uno de esos pocos libros denominados de culto a ambos lados del Atlántico. Lo mejor de todo es saber que se trata de una historia real. Sus protagonistas, sin duda, merecen pasar a la historia de la literatura. Lo peor, se hace muy corto...


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FRASES DEL LIBRO 84 CHARING CROSS ROAD

"¿Tienes el Viaje a América de De Tocqueville? Alguien tomó prestado el mio, y no me lo ha devuelto. ¿Por qué será que personas a las que jamás se les pasaría por la imaginación robar nada encuentran perfectamente lícito robar libros?"


Publicado porSoniagh

Por qué será que personas a las que jamás se les pasaría por la imaginación robar nada encuentran perfectamente lícito robar libros?


Publicado porJOANA L.R.

A mí me encantan las inscripciones en las guardas y las notas en los márgenes: me gusta el sentimiento de camaradería que suscita el volver páginas que algún otro ha pasado antes, así como leer los pasajes acerca de los que otro, fallecido talvez hace mucho, llama mi atención.


Publicado pormidoriAG

Me encantan esos libros de segunda mano que se abren por aquella página que su anterior propietario leía más a menudo.


Publicado porJulieta Ax

Me encantan esos libros de segunda mano que se abren por aquella página que su anterior propietario leía más a menudo.


Publicado porMeyling

Yo, en cambio, conservaré el mío hasta el día que me muera…, y moriré feliz sabiendo que lo dejo detrás para que algún otro lo aprecie. Pienso marcarlo a conciencia con suaves indicaciones a lápiz, para atraer la atención de un amante de los libros aún por nacer sobre los mejores pasajes.


Publicado porMeyling