La vida del doctor Ricky Starks está marcada por una oscuridad persistente. Quince años han pasado desde que sufriera el primer ataque de una familia de psicópatas. En dos ocasiones, Starks ha logrado escapar de las garras mortales de esta familia, incluso presenciando la muerte de uno de ellos. Sin embargo, la sombra de la tragedia se cierne de nuevo sobre él cuando un detective lo contacta para informarle que uno de sus pacientes se ha suicidado. ¿Estarán detrás del extraño incidente Merlin y Virgil, los retorcidos hermanos del fallecido Rumpelstiltskin? Muy pronto los acontecimientos se desbocan y el psicoanalista, acostumbrado a ser un salvavidas para quienes luchan contra los demonios de su mente, intentará salvarse a sí mismo. «A Ricky jamás se le ocurrió que quizá se había equivocado al suponer, desde el primer instante, que al fin sería libre.»
Sabía que la soledad la estaba perjudicando, pero no veía la manera de cambiar su estilo de vida.
Había logrado, por sí misma, muy poco en la vida; sobre todo, en comparación con todo lo que le habían dado.
No veía otra manera de avanzar más que continuando, incluso si cada kilómetro le gritara: "Estás tomando una decisión apresurada"
Sentía que estaba retrocediendo sobre pasos que ya había tomado y que habían sido equivocados.
Se sentía acorralado. Se sentía estúpido. Se sentía furioso consigo mismo por haber caído de lleno en la situación en que se encontraba.